Los alaveses tienen más complicado el acceso a dinero en efectivo que el resto de territorios del País Vasco
Los habitantes de Álava disponen de 1,2 puntos de acceso a dinero en efectivo por cada 1.000 habitantes, una cifra ligeramente más baja que la que se da en los otros dos territorios del País Vasco, tal y como indica el siguiente mapa elaborado con datos ofrecidos por el Banco de España.
El uso de dinero en efectivo sigue siendo muy importante para muchos ciudadanos, en particular para aquellos que tienen dificultades en el acceso a determinados servicios financieros convencionales o escasos conocimiento digitales.
En los últimos años se ha dado una clara reducción en el número de puntos de acceso al efectivo, que ha sido mucho más notable desde el año 2008. La reestructuración del sistema bancario ha llevado a la desaparición de casi el 50% oficinas y casi el 20% de cajeros.
El informe que ha elaborado el Banco de España recoge los datos por provincias. Así, en el caso de Álava había en 2020 un total de 493 puntos de acceso al dinero en efectivo, entre cajeros y oficinas bancarias. Esto supone que había 11.964 personas que no disponían de un cajero o de una oficina en su municipio, lo que supone el 3,6 por ciento del total de la población. Son 19 los municipios que no disponen de este servicio en Álava.
El Banco de España calcula con estos datos el grado de vulnerabilidad financiera de la población. Esto significa el riesgo que tiene la población de quedarse sin efectivo en aquellos lugares donde más lo necesita. Es decir, lugares en los que mayoritariamente se trabaja con dinero contante y sonante y al que resulta difícil acceder.
En términos generales, el problema es mayor en las zonas con menor densidad de población, donde los medios electrónicos de pago o la cobertura necesaria para su funcionamiento son nulos o deficientes. Así, en el caso de Álava se calcula que el 0,1 por ciento de la población tiene un riesgo alto de vulnerabilidad, mientras que el 3,1 tiene un riesgo medio.
Son datos relativamente bajos si se comparan con provincias de la denominada España, donde el riesgo alto de vulnerabilidad financiera afecta a más del 10 por ciento de su población.
A nivel nacional, el riesgo alto de vulnerabilidad financiera afecta al 0,7 por ciento de la población.